Unificacion Alemana

07.02.2014 10:42

UNIFICACION ALEMANA:

La unificación alemana. 
 
 
 Al igual que Italia también Alemania experimenta un proceso de unificación. 
Pero las diferencias son sustanciales, mientras en Italia la unificación se produce bajo 
el signo liberal, en Alemania será bajo un signo claramente conservador. Los dos 
estados tienen en común el movimiento nacionalista como ideología que da cuerpo a 
las reivindicaciones de lograr la unidad de la nación y crear un estado independiente. 
 Una vez extendida la idea de nación alemana y aceptada por la población era 
necesario decidir quién iba a realizar esa unión, si Austria, con lo cual tendríamos la 
Gran Alemania, incluyendo incluso los territorios que no eran de lengua y cultura 
alemana; o Prusia, en cuyo caso tendríamos la Pequeña Alemania y Austria quedaría 
excluida. Se optó por la segunda opción dada la pujanza económica y militar de Prusia. 
Pero para que el reino prusiano unificara todos esos territorios era inevitable un 
enfrentamiento con Austria que no se resignaba a perder protagonismo en Alemania, y 
con Francia que no veía bien un poder fuerte al otro lado del Rin. 
 La causa de la unidad contó con un artífice indiscutible: el canciller prusiano 
Bismarck, que con una habilidad increíble aprovechó las oportunidades que se le 
presentaron para incorporar a Prusia los pequeños estados alemanes. Pero la unidad 
alemana tiene otro protagonista: el pueblo alemán, éste había visto cómo en 1848 la 
unidad se le había escapado de las manos en una revolución popular; ahora la 
“revolución” se hará desde arriba (desde el gobierno prusiano) y el pueblo alemán 
sabrá adaptarse a las ideas conservadoras y apoyar la unidad que era el objetivo 
principal.
I. Otto von Bismarck. 
1. Una breve semblanza. 
 
Igual que Italia contó con un Cavour que fue el verdadero artífice de la 
unificación, Alemania contó con Bismarck, canciller prusiano desde 1862 y que no sólo 
concluyó el proceso de unificación sino que sería el árbitro de las relaciones 
internacionales en Europa hasta 1890. 
Entre las características de su personalidad destacan la capacidad de adaptación 
y el saber elegir el momento oportuno; es capaz de ser inflexible e intransigente cuando 
el asunto lo requiere y negociador y tolerante cuando necesita conseguir algo. En todo 
caso es un hábil político, y se sirve de cualquier ideología si ésta ayuda a sus intereses. 
No es un partidario del liberalismo, pero se sirve de él si contribuye a sus objetivos, 
propone en la Confederación Germánica el sufragio universal sólo para enojar a Austria, 
y ganarse el apoyo de los liberales. Bismarck es partidario de un Estado fuerte y 
autoritario, no en vano es un junker (terrateniente), el sector más conservador de Prusia. 
Hay 3 guerras :
1. La guerra de los Ducados. 
 
Bismarck, es el artífice de la unidad, piensa que para unir a todos los alemanes 
es necesario una gran empresa común, la ocasión se la presta Dinamarca que desde el 
Congreso de Viena (1815) retiene Lauenburgo y los ducados de Holstein y Schleswig 
de población mayoritariamente alemana. En Dinamarca al morir sin descendencia el rey 
Federico VII en 1863 el trono pasa a Christian IX, un primo suyo por línea femenina, 
Dinamarca acepta la sucesión pero los ducados no ya que no reconocen que la mujer 
pueda trasmitir derechos al trono y defienden a otro candidato, el príncipe alemán 
Frederik de Augustemburg. Además el nuevo rey danés impone a los ducados la 
Constitución danesa, suprimiendo sus leyes propias. 
Toda Alemania se ve sacudida por una fiebre nacionalista que reclama una 
intervención en esos ducados que forman parte también de la Confederación Germánica. 
Bismarck ve el momento propicio, involucra a Austria y en 1863 invaden los ducados 
que serían repartidos entre Austria y Prusia. La rivalidad entre los dos queda pospuesta, 
pero a la larga es inevitable, era la lucha por el poder en Alemania. 
2. La guerra austro-prusiana de 1866. 
 
Otto von Bismarck para llevar a cabo la unidad sabe que se tiene que deshacer 
de su peligroso rival austriaco. Empieza haciendo campaña en el interior de Alemania 
contra Austria y prometiendo cosas que Austria no podría aceptar como un Parlamento 
Alemán elegido por sufragio universal, (ni él tampoco estaba dispuesto pero el objetivo 
era desprestigiar a Austria). Presionó también a algunos estados alemanes para que 
entraran en la órbita prusiana amenazándoles con suprimir el Zollwerein (cosa que 
tampoco estaba dispuesto a hacer). En el terreno de la diplomacia internacional es donde 
mejor se mueve Bismarck, firmó una alianza con Rusia, ésta desea una victoria de 
Prusia sobre Austria para eliminar a su rival austriaco de los Balcanes. Por otro lado 
Bismarck se reúne en Biarritz con Napoleón III (tal y como vimos en el tema de la 
unidad italiana), Francia desea la unidad italiana y es partidaria de la derrota austriaca 
que se opone a ella, por lo tanto es favorable a Bismarck y además garantiza la 
declaración de guerra de los italianos a los austriacos cuando empiece la contienda. Sólo 
queda como gran potencia Gran Bretaña, y en estos momentos se muestra indiferente 
ante los asuntos continentales. Como vemos Bismarck tenía totalmente aislada a 
Austria, solamente se unieron a ésta algunos pequeños estados alemanes (Sajonia, 
Hannover y Hesse-Kassel) que querían escapar de la órbita prusiana. El enrarecimiento 
de las relaciones entre las dos potencias alemanas venía de lejos, y ahora desembocó en 
una tensión prebélica y los dos países movilizaron sus tropas. Entre las  La guerra franco-prusiana de 1870. 
 
La consolidación de Prusia tras el hundimiento de Austria hace que la tensión 
con los franceses crezca, Napoleón III no está dispuesto a tolerar una gran potencia rival 
en Europa, y menos al otro lado del Rin en una zona donde el emperador francés tenía 
ambiciones territoriales. Del lado alemán se sabía que para consumar la unificación era 
necesario derrotar a Francia que a la larga se opondría a una Alemania unida y fuerte. 
La excusa para la guerra la proporcionan los españoles, cuando Isabel II es 
depuesta en 1868 se busca rey en el extranjero, Napoleón III hace saber que no aceptará 
la candidatura del alemán Leopoldo de Hohenzollern y Guillermo I accede a retirar a su 
candidato, entusiasmado con el éxito diplomático, Napoleón III quiere ir más lejos y 
exige después al rey prusiano que haga una declaración en la que diga que no aceptará 
nunca que un alemán ocupe el trono de España. Guillermo I estaba en el balneario de 
Ems cuando recibe el telegrama francés, tras dar una negativa al embajador francés 
envía el telegrama a Bismarck, éste, después de haberlo reducido de manera que los 
franceses y lo alemanes se sintieran lo suficientemente ofendidos lo entrega a la prensa, 
la tensión entre los dos países crece y Francia declara la guerra a Prusia que es justo lo 
que Bismarck quería. El canciller prusiano, además de ver inevitable un enfrentamiento 
con Francia para el que estaba preparado, quiere atraer a los estados del sur de Alemania 
que se sienten amenazados por Napoleón, Baden y Darmstadt ya habían manifestado su 
intención de entrar en la Confederación, y Baviera y Württemberg se quedarían solos si 
no entraban en la órbita prusiana; Bismarck ve, además, en esta empresa la ocasión 
adecuada para aumentar el clima emocional que generaría una victoria para concluir la 
unificación.

 

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